Mi aventura como Community Manager…. Facebook, mi gran descubrimiento.

Comunicación ¿2.0? o ¿2000 contra 1?

El primer día que Teacher Fer nos habló de Facebook, como la red social con mayor número de usuarios (1000 millones) y el foro más grande del mundo con un crecimiento de más de 10 millones de usuarios al mes, entendí porqué yo también tenía que tener el mío. Debía romper esa cifra redonda y entonces seríamos «1000 millones más uno». Si se creó originalmente como un hobby para los estudiantes de la Universidad de Harvard, con el objetivo de generar comunicaciones y relaciones entre sus usuarios, sería divertido. Un nuevo entretenimiento, más posibilidades de contar y escuchar, y lo mejor de todo, poder tener a mis amigos localizados y en perfecta sintonía. ¡O eso creía yo!.

Estaba emocionada, y empecé a buscar a esos amigos que tantas veces me habían insistido con el Facebook.
Envié una docena de solicitudes de amistad y las respuestas fueron llegando, pero no llegaban solas, sino con otras solicitudes que yo tenía que aceptar. Eran amigos de mis amigos y… «los amigos de mis amigos, son mis amigos» ¿o no?.

Pues no, por que cuando Facebook quiso comprobar que yo era la auténtica titular de la cuenta, con un reconocimiento facial de «mis amigos», llegó el problema… Fotos de familias enteras, de hombres, mujeres, perros, gatos, niños y no tan niños… con opciones de respuesta, que ni por descarte, fui capaz de acertar.  El numero de solicitudes había crecido ¡tan deprisa!, que no había sido capaz de memorizar los nombres, retener las caras, ni saber quien de mis amigos me los había presentado. El resultado, -Cuenta Bloqueada Temporalmente-.

Después de unos días y muchos intentos, conseguí recuperar mi Muro…. y las lamentaciones. Facebook me informaba que tenía 936 solicitudes pendientes de aceptar. ¡¡¡¡Nunca imaginé que tenía tantos amigos!!!!.

No podía agruparlos en listas, solo «condecorar» con una estrella a mis favoritos, o incluirlos en grupos públicos o privados, como hicimos los compañeros de clase, para practicar y enviarnos mensajes que nadie más pudiera ver. ¡Era emocionante!, mensajes secretos solo para un grupo reducido de personas.

Dispuesta a «escribir algo» en «¿que estás pensando?», pedí ayuda y consejo a mis compañeros. Era mi primer mensaje secreto… que resultó ser un secreto a voces, porque la bola del mundo de mi perfil empezó a iluminarse con un cartelito rojo que añadía un numero tras otro… 1, 2, 3… 16…  y al pinchar sobre ella, ¡sorpresa!, fotos y nombres desconocidos para mí, a quienes les gustaba mi estado, compartían mi estado y comentaban mi estado…. ¿pero que estado?.

Eramos pocos y llegó… «Fan Page»

En AulaCM me aconsejaron una Fan Page para potenciar mi marca personal. «Una página con contenido de valor (fotos, vídeos, entrevistas…) que te ayudará a mejorar la comunicación con tus seguidores y amigos», me dijeron.

Lo que no me dijeron es que mejorar la comunicación significaba seguir sumando amigos, una media de 40 al día, con el agradecimiento de ida y vuelta correspondiente.

Comencé a responder mensajes privados. Algunos insistían en saber si realmente era yo quien escribía y su alegría era mayúscula cuando la conversación se alargaba más allá del mero agradecimiento. Algunos habían participado como invitados o como público de mis programas. Muchos compañeros a los que había perdido la pista aparecieron entre mis solicitudes y la mayoría eran auténticos desconocidos para mí, pero no yo para ellos.

La bola del mundo no dejaba de mandar notificaciones cuando me mencionaban y me compartían, ¡a saber con quién!. Cuando me etiquetaban en fotos en las que por más que me buscaba, no me encontraba. Cuando me invitaban a jugar, a probar y a indicar que me gustaba su página de chistes, de flores o de trucos de limpieza. Cuando me incluían en grupos rocieros, gastronómicos y de uso exclusivo para mujeres. Cuando me mandaban adhesivos, que no podía despegar.

Los eventos se sumaban por docenas coincidiendo en día y hora. Todo el mundo celebraba conmigo su cumpleaños y de vez en cuando me daban un toque, y todavía no se para qué.

Los ramos de flores, cuadros de punto de cruz, imágenes religiosas, pensamientos profundos, e incluso fotos de gatitos y perritos «tuneados» deseándome un feliz lunes, martes, miércoles, mañana, tarde y fiestas de guardar, invadían mi perfil y mi página.

Corría de página en página y de perfil en perfil, como el que juega a la oca. Comentaba, compartía, me gustaba… y me sumaba 20 amigos más. Me perdía, me buscaban, contaba 10 y otra vez a empezar. ¿Alguien consigue tener su perfil limpio de cartelitos rojos?. Pues que me explique como o terminaré poniendo tipex en mi ordenador.

Encuentro, Reencuentro y Desencuentro

Mi chat se convirtió, desde entonces, en un lugar de encuentro donde charlar, comentar, agradecer, insinuarse y desahogarse. Unos con mejores intenciones que otros y otros escondidos tras una falsa identidad.

¡Donde vamos a llegar!, ¿pedir relaciones por el chat?. En cuanto el pilotito verde se encendía, siempre alguno aparecía pidiendo lo que no podía dar. Aunque si delante lo tuviera… ¿sabes lo que le daría si pudiera?, largas…. de cualquier manera. Opté por bajar la bandera, ni te pillo ni te mato, solo apago el chat un rato.

Pero lo mejor estaba por llegar. Un me gusta y un breve y tímido comentario aparecieron en una de mis publicaciones. Alguien que nunca me había perdido la pista, pero yo a ella sí, apareció. Yo le agradecí su comentario con un correo y pocas horas después llegaba el suyo de vuelta:

Levantarse por la mañana, mirar el correo y ver el nombre de Alicia Senovilla en uno de tus mails…. no tiene precio!!! Qué feliz me has hecho!!  Gracias!!!
Me alegro de que hayas comenzado esta nueva aventura. La vida va avanzando, cambiando, moviéndose, y nosotros también con ella. Es inútil querer engancharse al pasado o a una situación que nos hace estar «cómodos», porque entonces nos estancamos, la energía no fluye, y no vivimos, ni aprendemos.
Cuando te mandé aquella carta con 16 años a Antena 3 y me mandaste otra de vuelta, supe que algún día podría hablar directamente contigo (aunque sea navegando entre un mar de multidiversidad e inmensidad de olas! jajaja) 
En esa carta te explicaba mis deseos por ser actriz. Pues bueno, deseo cumplido. Me saqué la carrera de Arte Dramático en Barcelona, cuando terminé estuve actuando por ahí en teatros pequeños durante un año más o menos y después empecé a dar clases de teatro a niños y finalmente me lancé a la piscina dando clases a adultos. Lo pasé pipa! 
Después de esto me fuí un año a Inglaterra a trabajar y aprender inglés. Y ahora estoy de vuelta en Amposta (mi pueblo), sigo dando clases de teatro a niños, dirijo dos obras de teatro con dos grupos amateurs del pueblo (una de ellas escrita por mi durante mi estancia en Inglaterra, ya que vivía con una familia hindú y te puedes imaginar todo lo que tengo para contar sobre esa experiencia…. Ten en cuenta que la abuela no hablaba nada de inglés, solo hindi…. eso era de película!! pero de película de miedo a veces!! jajaja), y también trabajo en una productora audiovisual, pero detrás de las cámaras. 
Es difícil volver a casa de tus padres cuando tienes 30 años y has vivido más de 10 fuera de casa…. pero ya conoces la situación actual de este país, así que…. es lo que hay. A disfrutar de la familia, esa es la parte positiva. 
Me encanta viajar y tengo un viaje pendiente a Madrid. A ver si te puedo dar un abrazo. Quizás dentro de 15 años!! jajajaja
Todo deseo se cumple si lo visualizas, así que… ya llegará! 
Un beso grande! Y gracias de corazón por escribirme!.

Me emocionó. En tantos años, ¿cuantas cartas me he perdido, llenas de sueños y proyectos, en el fondo de un buzón?, y una sola petición: «Un Abrazo».

Se acabaron los sellos y los matasellos. Ahora nuestras conversaciones y confidencias son continuas en Facebook, donde ella está yo la busco y donde yo voy ella me sigue.

Entonces entendí que yo tenía una «Comunidad«, y este es su «contenido de valor«. ¡Cuídala!, me dije. Estas son las historias que «humanizan» las redes sociales.  Solo tengo que escuchar, leer y compartir.  Seguiré dando guerra en la red, en la web o en internet. ¿Y tu tienes algo que contar?.

PD. Tiff GN, no esperaré 15 años más para darte ese abrazo. A todos, gracias por seguir estando ahí.